Naturales, renovables, reciclables, masivamente reciclados, biodegradables y bajos en carbono, los bioproductos papeleros están sustituyendo crecientemente en numerosas aplicaciones a otros productos de materiales que no reúnen estos atributos medioambientales demandados por el consumidor responsable del siglo XXI.
Capaces de producir el mayor valor añadido, a partir de materias primas locales, los bioproductos papeleros de uso cotidiano mejoran la calidad de vida de los ciudadanos con productos esenciales para la vida diaria como los papeles higiénicos y sanitarios, los envases y embalajes imprescindibles para la distribución de alimentos, bebidas, medicinas o productos de higiene y limpieza, entre otras muchas mercancías, o los papeles gráficos utilizados como soporte de diarios, revistas, libros, folletos, cartelería… y en folios y cuadernos, además de un largo etcétera de papeles especiales para usos muy específicos.
Los productos papeleros están cada vez más presentes en nuestra vida diaria, tanto en los usos y aplicaciones habituales como en usos y aplicaciones hasta ahora poco frecuentes o incluso impensables para este material, gracias a su capacidad de innovación, su versatilidad y su comportamiento medioambiental.